¿Qué pasaría si un día reciben notas de alguien desconocido? Que empieza a acosarte, enviando diariamente una carta, ¿entrarías en pánico? ¿llamarías a la policía? Pues algo así le está pasando a Demian, un chico bastante atractivo, pero sin llamar mucho la atención.
Danna, una chica enamorada perdidamente de Demian decide comenzar a enviarle cartas a aquel chico de cabellera oscura, confesando y plasmando su amor en aquella hoja blanca.
Demian no tiene la menor idea de quien se trata aquel desconocido, después de separarse de su querida amiga Danna, no ha sabido de ella después de aquel verano cuando tuvieron esa gran discusión causada por los celos de la chica. Demian se le ve muy bien después del rompimiento de aquella amistad, pero Danna se ha vuelto completamente loca, empezando a espiar a su querido amigo -y crush- Demian, logrando saber cada uno de los detalles de su vida cotidiana.
Danna decide dejar pequeñas cartas a su amor imposible, decide crear un pequeño juego entre ellos, ¿Será este juego divertido para el chico Demian?
Desea que su amor logre descubrir tras las hojas en las que ella se esconde todo ese amor que ella siente por él desde que cruzaron miradas en aquella pelea de niños. Aquella chica cree que acosando a Demian de alguna forma logrará que su amor prohibido pueda darse cuenta o una idea de su identidad, quiere hacerle el trabajo fácil al querido Demian, quien se caracteriza por ser un poco despistado.
Así que, Danna -la acosadora de notas- pondrá su gran esfuerzo para que su querido amor vuelva a ella, y logre descubrir quién es.
¿Podrá Danna lograr que su obsesión termine en una linda relación?
¿O terminará en un fracaso total y esa obsesión se esfumará al ver aquellas decepciones y heridas causadas por su ilusión?
Acompaña a Danna a descubrir su pequeño destino.
Todos crucen dedos para que a esta chica tímida y acosadora pueda irle bien en su pequeño plan.
Autora de la sinopsis: @
Mi chica e' modelo, Gigi Hadid
Yo sigo invicto, como Khabib
Tengo mi vida en Argentina
Tengo mi gente acá en Madrid
Franco me dice que no pare
Que, en par de meses, sueno en París