Todo empezó una noche, fue un baile, un tango para ser concreto, y me encantó. Toda ella, su sonrisa, su forma de bailar, sus sarcasmos, todo de ella me atrajo desde el primer momento. ¿Quién iba a imaginar que ella seguiría apareciendo en mi camino? ¿Y que ella después dejaría cartas en mi casillero expresando lo que siente por mí? No podía ser más afortunado. Hasta este punto la amo, y tanto que no dudaría en pasar toda mi jodida vida con ella, con mi enamorada secreta de ojos azules. Una novela de Evelyn Ross