Según Dante, el infierno tiene forma de embudo o de cono invertido y está dividido en nueve círculos decrecientes, en los cuales, los cinco primeros forman el alto infierno y los cuatro últimos, el infierno inferior. Cada pecador va al círculo que le corresponde, según sus pecados. Para mí, todo eso son tonterías, el infierno está dentro de la mente de un adolescente. Yo misma pude comprobarlo.