Larga vida al mal

Imaginaos a nuestro héroe o heroína encerrado en una prisión, no tiene escapatoria, ha pasado tres largos meses en aquel lugar, este, sería el momento de la historia donde nuestro querido héroe sufre para luego levantarse más fuerte y optimista, sintiéndose renovado, capaz de lo que sea, decidido, con un objetivo claro en mente, avanzar, encontrar a aquel que lo mantenía prisionero y liberarse definitivamente de su captor. Pero este no es el caso, no, esta no es la escena trágica antes del número musical inspirador, donde Ricky Martin canta a todo pulmón "por mi senda iré, llegaré a mi meta" y el sol ilumina su rostro y el viento revoloteando en su cabello, no, porque aquí en vez de ocurrir una grandísima escena de acción donde el héroe logra escapar frustrando todos los planes entra un guardia con una lanza afilada y apuñala en el corazón al héroe apagando la poca vida que le queda. Sí, estas son de esas historias, porque estoy hasta la madre de que los buenos ganen, yo soy Evil... y esto es... larga vida al mal...