La mirada del rubio provocaba que realmente me replanteara acerca de comentarle aquella duda que merodeaba por mi mente desde hace un tiempo. -- ah... Minamoto-kun, llevo bastante tiempo queriendo obtener una respuesta a una pregunta que no me deja dormir por las noches... -- no pude evitar desviar mi mirada, algo nerviosa a causa de que me observaba de forma seria. -- ¿tu crees que le guste a Hanako-kun? -- sentí mis mejillas arder ligeramente, tornandose de un tono rosa pastel. El suspiro proveniente de él me indicó que no habría una respuesta positiva a mi pregunta, provocando que tragara grueso. - Senpai, sabes que no quiero que salgas lastimada, se nota que te gusta el maldito fantasma pervertido pero él es un fantasma. Él no puede sentir nada... - dijo agarrándome de los brazos de forma suave, frotandolos psra indicar que me apoyaba en cualquier decisión que pudiera tomar a partir de sus palabras. Sinceramente, no pensé en eso ya que realmente tenia la esperanza de que, aunque fuera un fantasma, habia una pequeña posibilidad de que pudiera sentir algo por mí. - ¿Senpai? - preguntó kou mirándome preocupado al no responder de forma inmediata. - no importa, Minamoto-kun - respondí mientras sonreía aunque no sintiera aquella felicidad que siempre demostraba. Él sonrió no muy convencido. - dile a ese pervertido que hoy no puedo ir, Teru-nii me necesita en casa hoy. - dijo despeinándome. Solo pude quedarme de pie mientras intentaba calmarme, sintiendo lágrimas en mis ojos al momento en que él desaparecía de mi vista, yéndose a su casa.