Mai Tsukino siempre se ha mostrado reacia en creer en el ocultismo, los rumores o los espíritus. Desconfía de todos ellos y mira con ojo escéptico cualquier indicio que señalara que su escuela estuviera estrechamente vinculada con lo paranormal. Y es que, ¿quién le llevaría la contraria al decir que los seres del más allá no existen? Sin embargo, en su ecuación se había descuidado de incluir a la gran fanática del ocultismo Nene, obteniendo un resultado incoherente y alterando su año escolar en un desastre caótico y taumatúrgico. Lo que había repudiado a fanatizar durante toda su vida era real, y el portador de sus problemas no era más que uno: Hanako, el "fantasma" inútil de los baños.