Creo que, lo único que me queda es seguir escribiéndote aunque nunca sepas lo que realmente te digo cada noche, lo haré hasta que la herida sane, o por lo menos, deje de doler como ahora lo hace.
Con cariño, tu flaca...
Esta no es una historia, no tiene una secuencia en si.
Son pequeños fragmentos que se me ocurren y decido compartirlos por aquí.
Si me conoces, ahora no me conoces...