Para: Mi tesoro ¿Sabes cuál es tu mayor tesoro? ¿Alguna vez te lo has preguntado? Yo jamás había pensado en eso antes. Hasta que llegué a Capella, la ciudad que me entregó mi propio tesoro. De este regalo del destino, aprendí mucho. Comencé a entender el verdadero valor de las palabras, de los pequeños detalles, de los abrazos y de los besos. Me enseñó a cuidarlo con esmero y protegerlo de lo ajeno. Le agradezco a la vida por dármelo y a ti, Emma por serlo. Me encantas, me fascinas. Siempre tuya, Marie.