Su rostro cautibava a la gente, su mirada era penetrante, su rostro era encantador, su voz era simplemente perfecta, su personalidad fría y misteriosa atraía a más gente, su cuerpo era exquisito.
su edad, su verdadero nombre, su vida por fuera de las cámaras era un total misterio, nadie sabía nada de él, pero..... eso era lo atrayente no?.
su sola persona sucumbida en un misterio, nadie sabe nada de él, ni de su familia, nada.
Él no decidió su nombre, lo decidieron por él, su fama alcanzo grandes logros, haciendo que muchos lo admiraran y desearan, pero ni los más hermosos adinerados consiguieron llevarlo a sus pies, no, no sin antes ellos caer a los suyos.
La madre de Jane Aubrey, tras un intento desesperado por conseguir dinero, vende a su hija a los gemelos Caracalla y Geta como sirvienta.
Estos despiadados gemelos se aprovechan de la menor y le arrebatan su pureza, sin saber que sus juegos iban a tener graves consecuencias.
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Jane Aubrey acaba cayendo en una grave dependencia emocional, y desarrolla el tan conocido síndrome de Estocolmo, que le impedirá seguir conllevando su vida con normalidad.
Por su parte, Commodus aparece de nuevo para hacerse con el trono y pone en peligro la ciudad de Roma y la vida de la menor, pero Geta no dejará que eso pase. ¿O sí?