El Laberinto

- Ahora dime Katerina ¿todavía crees poder vencerme?
Sentía como una lágrima bajaba por mi mejilla. Respire hondo para ver sí mis pensamientos se aclaraban. Y eso hice. Comencé a reír. Sonoras carcajadas hacían eco en la habitación y pude realmente sentir la confusión de la persona al otro lado del teléfono.
- Dimitri has cometido un error. Gravísimo para más decirte. - hubo un momento de silencio.
- ¡Ah! ¿sí? ¿Cuál?- dijo con sorna
- Me has quitado todo, Dimitri.
- Y como eso puede ser un error. Katerina, cariño eso es victoria.
- No me has entendido bien. Me has quitado todo, no hay nada ni nadie que puedas usar en mi contra. No hay obstáculos que me obstruyan el paso a... - pare en seco. Mi emoción había cambiado. Así cómo apareció la palabra en mi mente se dio paso esa sensación. De una enorme rabia pase a sentir... Alivio. Por qué ya sabía que tenía que hacer.
- ... A matarte.- colgué el teléfono antes de que contestara.
Es mi turno para jugar Dimitri- pensé saliendo del cuarto.