Bendecida con una belleza única, había capturado el interés del primer príncipe obeliano. Con esa pureza resplandeciente que la caracterizaba consiguió llegar a ese corazón frío y oscuro, sin embargo el mismo Emperador supo verla como un obstáculo. Con unos ojos que se asemejaban al rubí y un cabello rosado plateado esta mujer era cómo una diosa. Tres meses después y esta hermosa mujer había desaparecido misteriosamente. Nadie lo entendió incluso cuando el primer príncipe mostraba desinterés por el asunto. Finalmente se convirtió en un emperador sin pudor alguno. Fue consumido por la frustración y la ira desquitándose con la persona que más despreciaba, dejando en su camino a esa mujer de cabellos castaños. Después de que el segundo príncipe lo asesinara tanto a el cómo su padre se volvió el Emperador que todos conocimos. No hubo recuerdos exactos de cuánto tiempo había pasado hasta que a las afueras del pueblo, una joven mujer de ondulados cabellos castaños miraba todo con nostalgia. La historia de Ariztia recién estaba dando inicio, especialmente después de conocer a la niña que poseía los mismos ojos de la realeza. Historia Original. TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS A SU AUTORA.
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