«Las chicas buenas son chicas malas que jamás han sido descubiertas.» Ése era el lema de Katherine Hall, una chica que aparentaba dulzura e inocencia frente a sus exigentes padres, pero que fuera de su casa era todo lo contrario. Kat no era una chica normal, no, ella era inteligente y lo sabía, por eso nunca creyó que su vida podría llenarse de complicaciones, y mucho menos por un chico. Por ese chico que ponía su mundo de cabeza. Luke Hemmings.