A veces cometemos errores, tanto para uno, como para con los demás, es necesario muchas veces comunicar lo que sentimos, pero también en la misma medida saber escuchar, para alcanzar, y con redundancia incluida, la plenitud más plena que se pueda.
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A veces cometemos errores, tanto para uno, como para con los demás, es necesario muchas veces comunicar lo que sentimos, pero también en la misma medida saber escuchar, para alcanzar, y con redundancia incluida, la plenitud más plena que se pueda.