"Ho, ho, ho. Bienvenido al café Polo Norte. ¿En qué puedo ayudarte?" Estúpido, vergonzoso, denigrante, etcétera. Podía pensar en mil y un insultos acordes a mi trabajo, pero ninguno lo describiría en su totalidad. Me refiero a que, ¿qué tan chiflado tiene que ser alguien como para abrir un café navideño? ¡"Jingle bell rock" suena en Mayo! ¡Y tengo que escucharla usando un gorro de Santa! Una vez, Larissa me pidió que vea el lado bueno. Habría sido por esas fechas, y en ese momento no tenía nada para destacar. Bendito sea el Septiembre que fui capaz de agregar algo a mi lista.