Ella se mira en el espejo y a veces, se deslumbra a sí misma, en vez de envejecer, Reyna Hatthaway parece ser cada día más hermosa, el mundo entero podía dar fe de ello, aunque sólo tuviera diecisiete años. Proteger al mundo no debería haber sido su tarea, pero lo es, y más cuando... Terminas siendo la misma reencarnación de Afrodita... Los dioses parecían ser sólo un mito, hasta que entonces, James y Sean confirman lo que por un momento, creyó que era mentira.