Mel es una linda joven con un carácter amable y noble, de espíritu fuerte y personalidad transparente; luego de finalizar sus estudios, decide alejarse de todo, incluido su adinerado padre y un prometedor empleo, a cambio, se va de voluntaria a los bosques de Idaho, con una fundación que busca garantizar la supervivencia del Puma de Norteamérica.
Allí se encuentra con un hombre con el que ha tropezado anteriormente, y a quién no pensaba volver a ver nunca más; el problema es que la atracción que sintió al conocerle, aumenta con cada nueva mirada, o rose, o incluso con sus repetitivos accidentes, dónde él termina con sus ropas mojadas por alguna bebida...
Ethan Crowling es un hombre amable y protector de la fauna, en especial de los pumas, a los que protege desde muy joven; en un viaje a visitar a su hermana, acepta una invitación de su mejor amigo, a un bar que está abriendo en una zona exclusiva de la ciudad... todo iba bien, hasta que tropezó con una linda chica que le derramó todo el trago encima... luego de varios nuevos accidentes con la misma chica, marcha a su casa en las montañas de Idaho, a dónde la misma joven llega luego de mes y medio de haberla visto por primera vez...
Ethan no intenta ocultar lo mucho que le atrae Mel, y luego de que la joven también demuestra abiertamente que se siente atraída por él, sus esperanzas crecen enormemente...
Los inconvenientes inician desde que se conocen, y poco a poco los van salvando uno a uno...
el asunto es ¿podrá la atracción convertirse en solido amor, que pueda contra las mayores dificultades que se les presentan?
¿Qué pasaría si años después te reencontraras con el chico del que estabas perdidamente enamorada en tu adolescencia y él jugó contigo?
Pues eso me pasó a mi. Max Ferreti era el chico de mis sueños y para él solo fui una maldita apuesta junto a sus amigos.
Años después alguien apareció en mi puerta para ofrecerme trabajar en la famosa marca de joyas Turandot como diseñadora, el trabajo de mis sueños. Todo resulta perfecto, si no fuera porque mi jefe es él y sigue siendo el mismo idiota de siempre. ¿Lo peor? Mi corazón se sigue acelerando igual que cuando tenía 15 años
Si queréis saber más seguid leyendo...