Crayolas rojas para pintar la sangre que brota de tu larganta, lápices para enterarte en los ojos, tijeras para apuñarte cuando cuentas rumores, el pegamento para callar la boca de mierda que tienes y mi manzana para envenenarte en el almuerzo. ¡Bienvenido a la escuela! Hogar de pequeñas escorias en desarrollo, toma asiento y ¡CIERRA EL MALDITA BOCA, IMBÉCIL!