Thomas Rogue, como cazador de dragones, siempre ha estado capturándolos, cortándoles las alas y exponiéndolas para ganar dinero y mantenerse. Tras muchos años de experiencia, decide enfrentarse al más poderoso de los dragones: el mismísimo Príncipe de los dragones. Normalmente, con las alas de cualquier otro dragón, se sacarían miles, pero con las del Príncipe podría sacar millones. Claramente, eso no sería tan fácil.
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Los personajes no me pertenecen; estoy usando los personajes de Eddsworld, cuyo creador es Edd Gould (que descanse en paz).
Si en algún momento llego a shippear a alguno de los personajes, deben recordar que lo hago con los personajes, NO con las personas reales.
Además, está historia está inspirada en el cómic del usuario de Instagram @norskipop (también está en Wattpad), yo lo que hecho es escribirla.
Tal vez, si en algún momento hago NSFW, pondré advertencia y el capítulo entero será sobre eso, así que únicamente os tendréis que saltar un capítulo si no lo queréis leer. :]
Es posible que meta OCs que sí sean de mi propiedad, sólo por aclarar.
Sin mucho más que decir, ¡gracias por leer la historia!
✍→ A_Otonal (2020)
Posesión de la muñeca de algodón del maníaco obsesivo
106 parts Ongoing
106 parts
Ongoing
Park Yul fue transportado al mundo de una novela.
Bueno, seguro. Ha leído muchas novelas de fantasía hasta ahora, por lo que no era sorprendente que fuera intolerante con tal cosa. ¡Vive un poco, transpórtate a una novela! ¡Y luego vuelve! Así se vive, ¿no?
Pero, ¿por qué poseía la muñeca de algodón que se le dio al personaje que se convertiría en el protagonista masculino loco y obsesivo en el futuro?
***
"Levi, la muñeca que me diste parece moverse"
"¿De qué estás hablando?"
Yul soportó la mirada del Archiduque que lo miraba fijamente.
Ten paciencia, ten paciencia. Si respiras ahora, estarás jodido.
"Mmm. Sí, debe ser mi imaginación"
El Archiduque luego se dio la vuelta y dijo rotundamente.
Yul vivió. Había sobrevivido a una vida tan miserable, y hoy también.
"Leví"
"Sí"
"Quema eso"
"¡¿Qué?¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡!
Mientras gritaba de pánico, los ojos sorprendidos se volvieron hacia él.
Oh, estoy jodido.
CREDITOS A SU RESPECTIVO AUTOR.....