«𝘌𝘭 𝘩𝘦́𝘳𝘰𝘦 𝘖𝘮𝘦𝘨𝘢 𝘴𝘦 𝘦𝘯𝘤𝘶𝘦𝘯𝘵𝘳𝘢 𝘭𝘦𝘫𝘰𝘴 𝘥𝘦 𝘤𝘢𝘴𝘢.»

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Había tantas cosas por las que Naruto había batallado en el pasado. Una parte sensible de su lago mental parecía vivir apaciguado aunque se mantenía estancado por capricho. Era un sentimiento oscuro y tormentoso que parecía vivir en el fondo de su conciencia.
Solo comprendió un tiempo después cuando se enfrentó a esa ilusión oscura de él mismo que aunque luchara contra ella parecía no terminar. Se encontró vacío, solo y perdido. Su evil yo se había reído por su incompetencia y la facilidad con la que Naruto actuaba como un tonto.
"Lo que te falta es abrazar tu naturaleza.", había dicho Evil Naruto antes de desaparecer. Pero Naruto siguió haciendo el tonto, permitiéndose tomar el poder de Kurama e intentar olvidar.
Lucho dia y noche. Hablo de lealtad y sonrió con confianza. Se tiró de cabeza a ayudar a los demás, y peleó con uñas y dientes por un existencia poco clara. Solo sabía que quería ser de ayuda. ¡Que la gente lo mantengan en su conciencia y dependieran de él a toda costa! ¡Quería ser el héroe!
¿Quién hubiera imaginado que detrás de esa sonrisa bobalicona y estresantemente brillante se encontraría un infinito vacío?

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Entonces cuando Naruto se golpeó con la realidad de haber viajado a otro plano, perdido y en desventaja mientras era obligado a ser parte de una sospechosa organización, se dio cuenta lo difícil que resultaría volver a casa. Quería luchar contra un instinto que pareció despertar repentinamente en él. Pero al final se encontró interviniendo en la lucha de esos humanos.
Ese mundo aún más caótico que su planeta lo necesitaban. ¡Ellos lo necesitaban!

¿Quién hubiera sabido sin embargo que su instinto iba a darle más dolores de cabeza?

Ese maldito alpha estaba mirándolo de nuevo con esos ojos azules. ¿Y porqué no podía alejarse de él?

Un universo donde Naruto conoce a los vengadores, y en donde los vengadores conocen un omega extraño.

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