Ser una dríada no es fácil, estamos sujetas a un árbol de por vida sin poder alejarme tanto como quisiera. ¿Por qué esto tenía que pasar? Tú, leñador de gran corazón, te paseabas por el bosque durante un día otoñal en busca de leños, paseaste la mirada sobre mi roble, enfurecí al creer que talarías mi hogar, mas sólo te limitaste a observar con profundidad y hacer de él un lugar en el que podías ir y apoyarte sobre el tronco, cerrar los ojos y disfrutar de las brisas del bosque, disfrutar de las tardes leyendo bajo su sombra. Y yo...yo pasaba disfrutando esas tardes con gran gozo, un gozo que sólo experimentaba al verte a ti. Varón que se llevó mi vida. Queda estrictamente prohibida cualquier réplica de esta obra. Relato corto basado en el concurso de desafíos fantásticos. Octavo desafío: "Si yo fuera..." [ @FantasiaES ] ATTE: @Anonimescrivains