Me gustaría poder no quererte pero te quiero, claro que te quiero.
Me gustaría tener las fuerzas que tuve al principio para cerrarte mil y una vez la puerta, pero tienes todas las llaves.
Me gustaría que no tuvieras la habilidad de enamorarme, de quererme, de buscarme. La habilidad de tenerme colgando de tus brazos, o más bien, de hacer querer colgarme de ellos siempre.
Me gustaría irme. Alejarme de ti sin hacerte daño. Sin hacernos daños.
Hacerte entender que quizás sólo esté de paso y que ME IRÉ.