No es empezar con un "había una vez" o terminar con un "felices para siempre". Enfrentamos la realidad, a pesar que duela. La enfrentamos como si no hubiera un mañana, como si no tuviéramos nada que perder. En efecto, ese es el punto, no tenemos nada que perder, solo nosotros mismos, que es lo que nos mantiene vivos, lo que nos mantiene emotivos y serenos. Ahora, como te imaginarias un escenario donde ese pilar lo pierdes, y todo rastro de tu esencia desaparece? No hace falta que respondas, es obvio que no es agradable, y es más, te sientes muerto. Pero, como un muerto puede sentir? Simple, es porque no estas muerto, estas vivo pero sientes esa muerte muy de cerca, ese destino fatal. Pero estas muy lejos de el final de tu camino, solamente estas viviendo la situación inicial de tu odisea, y no querrás saber el desenlace.