Anna era una mujer hermosa, sus cabellos rojos iluminan cualquier lugar al que entre, sus ojos azules como el hielo dejaban al descubierto hasta su más pequeño e insignificante pensamiento. Su vida era la aburrida rutina de “una dama de compañía” ir a aquel lujoso bar, sentarse y esperar a que algún hombre rico cayera bajo sus múltiples encantos. Ashton era un periodista no muy pagado, curioso y un "rompe corazones" ¿Qué pasaría si sus caminos se juntan?All Rights Reserved