Lu, si ese es mi nombre, bueno mi apodo. No sé cómo se puede llegar a odiar tu propio nombre o porque llegas a odiar a esa persona con la cual has pasado demasiados momentos geniales que marcan una huella muy importante en tu vida. No entiendo por qué la persona en la que más confiamos y la que más amamos nos engaña y nos hunde. Si queréis saber por qué he llegado a este pensamiento, adelante esta es mi historia. Espero que os guste y os aviso, mi vida no es tan interesante.All Rights Reserved
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