Sus labios contaban millones de historias, pero nunca la suya. Mi sentencia estaba escrita en su cintura, mis sueños en su mente, secretos en sus ojos y mi alma en sus manos. Sin duda algo que no se puede quedar en mi mente, algo que debía plasmarse. Empezando en una madrugada, una tarde, una vida. Hay palabras, acciones, personas que llegan a cambiarte con un beso, una caricia. Ella no era así, ella te robaba más, como si tu corazón no le fuera suficiente se mete en tus entrañas, dispuesta a dominarte como nadie más, imperfectamente mi dueña. Quería algo más que su cuerpo, algo más que nuestras noches. La quería también en el dia, deseaba estar en sus deseos de luz, en sus explosiones de noche, quería clavarme en su corazón. Personalidades cambiantes a la luz, los secretos a flor de piel fuera de foco, todo cambiaba el sol tocaba la puerta, ¿Peligrosos los deseos en medio de la noche?, no, letales. dedicado al bello niño que le robe un beso al probar el helado de vainilla de sus labios esa tarde. * ACT 15 SepTiEmBrE 2020 *All Rights Reserved
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