No Soy la villana de este cuento

Conmovida por la trágica muerte de su abuela, Dania Loren Gurt, una asistente jurídico, de un carácter intrépido, curioso y temerario, enrumbará un viaje hacia unos 500 años atrás, gracias por supuesto a un árbol mágico conocido como el "árbol de la conexión", aquel que no solo conecta los espacios temporales sino también el nexo entre la vida y la muerte. Sin saberlo, ella logró uno de los más anhelados viajes en Dorezul y Winsot, denominado como "el intercambio".

Al viajar Dania al pasado su yo de ese tiempo "Etnei", tendrá que enfrentar el presente con la misión de acabar con el rey que desencadenó el caos sobre el reino de Dorezul, quien por conseguir sus fines ambiciosos y perversos, se alió con los "cortadores de luz", unos seres nacidos de la sombra u oscuridad, a quienes los defensores del reino no pudieron hacer frente, por no contar con las habilidades sobrenaturales que estos poseían. Sin embargo, las circunstancias en las que tendrá que enfrentarlo serán distintas a las que ella vivía, puesto que tendrá que acostumbrarse a los retos que el nuevo mundo llamado Winsot, le ofrece.

Dania, por su parte deberá enfrentar junto a su abuela y amigos, a la antigua versión de su malvado jefe, con el fin de frenar las fuerzas oscuras que devastaban las tierras y las vidas de los habitantes de Dorezul, para ello se encaminaran en una búsqueda incansable por encontrar al contrapeso de los cortadores, los lúminos, seres de luz, aquellos que sin duda, serían de gran ayuda en la difícil misión.