En un mundo donde los licántropos gobiernan siendo los reyes absolutos, insertando temor a todos los débiles sin compasión alguna, marginándolos de lo que ellos creen es la sociedad real y asesinando por gusto. Adonis Baysrhel: el Rey de estas bestias. Tiene un serio problema desde hacía ya un siglo: estaba solo. Sí, gobernaba absolutamente solo desde que su padre había muerto de tristeza luego de que a su madre la habían matado los rebeldes una noche descuidada. Él estaba solo, la luna o diosa como solían llamarla no le había concedido la dicha de una compañera y se había vuelto un rey frío y sumamente despiadado llegando hacer lo inimaginable por conseguirla. "El día de la benevolencia" Así había sido el decreto luego de ver como los años pasaban volviéndolo cada vez más despiadado al no encontrarla. Buscaba en cada rincón del reino y sus alrededores, distintas mujeres, con la única intención de encerrarlas en un intento por conseguir la que era para él, y cada año la búsqueda era en vano haciendo que los resultados de sus actos fueran perturbadores. ¿Logró algo con eso? Sí, la encontró luego de tanto tiempo, sin embargo, el ser que debía de verlo con una mirada de amor lo veía con ojos cargado de odio cada que intentaba acercarse a ella. "Ella será su castigo ante todo el daño que ha causado"