Uno de ellos no puede perdonar su pasado. El otro, no puede perdonarse a sí mismo. El Maine Coon pasaba por un doloroso y desgarrador momento de su vida. Su amigo, un can japonés, lo acompañará en su soledad, mientras que también estará en búsqueda de hacer las paces con sus raíces directas. Entre los dos construyeron su amistad a base de ajedrez, galletas y carcajadas. Y ahora que uno de ellos se encontraba en su punto más bajo, era el turno del otro de recuperar la sonrisa por la que empezó a vivir, aun sea con el viento y la lluvia en su contra. «Esa tarde, el canino rodeaba compadecido con sus brazos al felino, sentados en la cama del primero, acariciando suavemente su peludo cuello blanco. La luz del sol irradiaba detrás de la ventana y traspasaba la cortina, creando un aura de luz naranja en sus pelajes. El felino se acurrucaba en el hombro del canino, dejando caer sus lágrimas sobre su espalda; ahogándose entre recuerdos y momentos especiales que no pudo apreciar en aquellos ayeres. La culpa lo dominó, y se encogió aún más sobre su mejor y único amigo, vaciando su alma en dolorosos sollozos... Perdió a las personas que más lo amaban, y no las supo valorar hasta entonces...» // Novela creada, escrita e ilustrada por mí. [Tengo pensado hacer un reboot de esta historia. Algún día.]