«Pensé que mi vida no podría empeorar, pero me equivoqué» Ya no queda nada en este mundo, todos estamos asustados y cada vez somos menos. Antes de cerrar sus ojos el pronunció sus últimas palabras, miró mis llorosos ojos con una sonrisa dulce pero dolida, se acerco a mi y me susurro. -Prometeme algo, cariño.-susurro. -lo que sea, dime.-le susurre apartando una lágrima de mi mejilla. -Sólo sobrevive, Alice. -L-lo prometo.