Richard Liboirion lo tenía todo, sexo, dinero, amigos, familia, inteligencia y un gran futuro por delante, el único problema que enfrentaba a los veinte años de edad, era que ya no tenía diecisiete, que ya no podía actuar, ni pensar igual, quería encontrar el amor, conocer a la chica ideal, casarse y tener una gran vida juntos; había dos tipos de chicas en la vida de Richard: las chicas que querían sexo por una noche y las que lo querían siempre. Lo que él no sabían era que el amor no se busca, y que no es fácil de encontrar, ¿o sí?