"Yo tomaba siempre mi café, y no pensaba en dejarlo enfriar. Escribía, convirtiendo mi pasión en versos, en historias jamás vividas, y sin yo saber, el me observaba, y me guardaba en su boceto, me pintaba para siempre. Yo sin saber, escribía sobre alguien como el. Ambos nos obsequiábamos la inmortalidad. Y con el tiempo, descubrí algo... Yo escribí mi vida, claro. Pero el dibujó mi destino."
Farah Mills, una chica de 19 años con una vida sencilla y solitaria, escribía para no sentirse tan sola, e iba siempre a una cafetería a la que acudía también Evan Coleman, y la observaba maravillado todos los días.
Un día se conocieron, y todo cambió.
¿Qué harían una escritora y un artista en una cafetería? ¿Ella escribiría su historia juntos? ¿O el pintaría una vida a su lado? ¿Qué pasaría sí entre ellos existe algo, un antecedente que los podría separar? ¿Sería un amor de rato? ¿O una historia vivida?
«La vida nos da lo que merecemos pero el merece algo mejor que yo... ¿Quién soy yo para el?»
Las votaciones del año 2036 son algo que no me emociona, ya que los candidatos, a mi parecer, no valen la pena, en especial Alejandro Villanueva, aquel chico que se burlaba de mí por mi sobrepeso y al que ahuyenté cuando decidí defenderme. Mi encuentro con él y mi comentario imprudente en la fila para votar es el inicio de una propuesta que no puedo rechazar, así como tampoco puedo negar la profunda atracción y el inmenso deseo entre los dos.
De la noche a la mañana me he vuelto la futura dama y también he descubierto que soy la obsesión del presidente.