No, lo que sentía no era porque había un problema con mi corazón, los médicos no encontraban una explicación a los dolores, no se explicaban como es que me podía sentir de esa manera teniendo un corazón tan sano.
-no podemos seguir haciéndote pruebas, tienes el corazón sano, no hay indicios de que algo estuviera mal- pensaba en contradecir pero no tenia caso, ya eran demasiados estudios y seguían si encontrar algo malo, así que solo asentí y salí del consultorio.
Mientras caminaba solo pensaba que mi vida acabaría un día de estos, así que no me quedaba de otra, llegue a mi departamento, tomé el frasco de pastillas que tenía en el baño, pensaba en acabar con todo, pero pasó, algo sigo intentando descifrar.
-por favor, ayúdame - la voz la sentí tan cerca, miré a todos lados, pero solo estaba en mi habitación.
-por favor- sentí de nuevo el dolor y todo se volvió negro.