El segundo caso de la trilogía tiene por nombre Adeline Garza, que pensaba tener una vida de ensueño hasta que una noche su vida cambio para siempre. Una vida llena de dolor y soledad, abandonada en un orfanato desde pequeña y sufriendo por las cosas que vivió dentro, hicieron su personalidad ruda y desinteresada. Cuando escapa de ese lugar empieza a sembrar sus raíces criminales.