Solo mía

¿Qué sucede cuando la voz oscura se apodera de ti? Cuando susurra al oído, incitándote a ceder a lo prohibido, a lo que sabes que no debes, pero que no puedes evitar. La desesperación se transforma en un abrazo seductor, y la oscuridad se convierte en una amante silenciosa, imposible de rechazar.

Puede que alguien intente salvarte. Pero, ¿realmente deseas ser salvado? ¿O, en el fondo, prefieres ceder, rendirte a esa oscuridad que, al final, te comprende mejor que cualquier otro? La oscuridad susurra, fría y tentadora, un abrazo que, aunque temido, me envuelve con una calma peligrosa. Cada parte de mí cede sin resistencia, dejándome consumir, como un fuego que crece cuanto más lo ignoro. Es una pasión silenciosa, una fuerza que me recorre y me define, que me quema y me alimenta al mismo tiempo.

Es intrínseca a mi ser, inquebrantable, como una esencia que se fusiona con mi existencia.