-¿Qué quieres de mi Eric? Te lo he dado todo-le grité fríamente y sin mirarlo, ni girarme- Me he entregado a ti, te he dado mi tiempo ,mi alegría, mis risas, mis llantos, mis sueños e incluso mis secretos-sentía un gran nudo en mi garganta que apenas me dejaba respirar-Ya no tengo nada más, déjame en paz-le pedí llevando mis manos a mi cabeza.
Él se acercó a mí, no retrocedí, pero tampoco lo miré.
-Ma belle yo...-dudaba, se pasó la mano por el pelo nervioso, como si se lo estuviera peinando aunque como siempre, lo único que consiguió fue alborotarlo más.
-¿Qué más quieres?-susurré atorada por mis propios sentimientos.
-Quiero darte un beso.
Me llamo Fabiola tengo 16 años soy alta, de tes blanca, cabello pelirrojo y muy bonita.
Todo comenzó cuando me mude a la casa de mis padres, ya que yo vivía con mis abuelos y tuve que irme con mis padres por que según ellos me extrañaban mucho y no podía visitarme mucho ya que trabajaban todo el día y salían a las 7:00 de la tarde y era un trayecto muy largo de la casa de mis padres a la de mis abuelos, cuando recién me había mudado todo iba bien esta que vi de reojo por mi ventana que mi vecino me estaba espiando y yo pensé que solo fue por curiosidad pero lo siguió haciendo. Con el tiempo nos hicimos amigos, éramos tan locos, haciamos miles de estupideces hasta que llego ese día que cambio mi vida por completo, el día que tanto temía, me enamore de él, yo por miedo a que él no sintiera lo mismo no le dije lo que sentía por él, con él tiempo me conseguí un novio y toda nuestra amistad fue en vano.
¡Descubran como acabará esta historia!