Bajo las escaleras con poco entusiasmo viendo por última vez mi casa, la misma que hace unas horas estaba llena de calor y alegría, ahora esta vacía, fría y llena de tristeza, me voy a un internado porque ha mi tío le da la gana de no ver ha su única sobrina durante meses, cierro la puerta y me siento en los escalones del porche, esos escalones en los que hace unos años estaban pintados de blanco, ahora están un poco amarillos, por no hablar de aquel columpio formado con una cuerda y un neumático que mi hermano se empeño en poner, mire hacia observando mi ventana por la que muchas noches me escape con Dave, todos los recuerdos los dejo aquí, esperando que algún día Lou Fernández vuelva al Barcelona, a su antigua casa, y que el día en que salga del internado no me vuelva a mover de mi sitio, mi casa, Barcelona...