Pasar desapercibido, ser prácticamente un fantasma para los demás... Ese era el caso de Zim. El chico de ojos azules fue literalmente la definición de "fantasma" durante gran parte de su vida, alguien callado y reservado a quién no le importaba hacer amigos; posiblemente muchos tachen eso como algo "grosero" o "extraño" de su parte... Pero la realidad es que fue algo a lo que rápidamente se acostumbraría.