Querida luna: Supongo que aquella noche en donde las estrellas invadían la oscuridad perfecta, en donde mis labios te encontraron. Lo hacían para advertirme que la luna siempre tan distante entre las nubes se escondía. Y que yo, solo era admiradora de tal majestuosidad por algunas horas. En nuestro caso, días. Se me ha hecho difícil tu ausencia, y aunque trato de no pensarte. Por el día vuelves como un huracán de sorpresas, melancolías y tristeza. Jamás pensé, que como admiradora del universo, la vida me iba a dar la dicha y desdicha de conocer a uno y verlo desaparecer enseguida. Han pasado dos meses desde nuestra forzada despedida. Y no quise aceptarlo, pero quien acepta que lo está perdiendo todo en esta vida. Sí, porque no solo eras mi luna. Eras mi universo entero y perfecto. Te escribo esta noche con lágrimas en los ojos, despidiéndome o aceptando más bien que ya no te volveré a ver... Ring ring *suena el teléfono, y por enésima vez en el día. Quisiera que alguien contestara por mí. Pero vivo sola, está complicado y la carta que he tratado de escribir no la terminare... de nuevo. Supongo que a diario invento una excusa para no enviar la despedida.All Rights Reserved
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