Elizabeth Liones llevaba una vida feliz y tranquila o al menos así era, luego de escapar junto a su pareja de su horrible pasado. Pronto la vida matrimonial era común y corriente, casi podíamos decir que apagada. Quizá todo fue un error y desde el principio se equivocó... pero si de algo estaba segura era de que ese 14 de febrero había encontrado su alma gemela ¡Y ese no era su esposo!.