Tras la caída de Smaug, los enanos exploran la montaña, asegurándose que ningún peligro queda dentro. Volvieron a admirar todos aquellos tesoros que una vez dejaron. Había mucho que hacer, mucho por limpiar, ordenar y reparar pero pronto empezaría a llegar su pueblo y todo sería más rápido. En lo profundo de una de las salas repletas de oro encontraron lo que menos esperaban hallar.