Santa Rosa es una ciudad peligrosa. Ofrece dos caras: una pacífica y tranquila y otra completamente opuesta. Es como una rosa y, si no tienes cuidado te pinchas. Rodrigo Selmann se dejó consumir por la cara oscura de la ciudad y, como vía de escape, decidió contar su historia. Una historia de depravación, pérdida de humanidad y de como se puede llegar a tocar fondo.All Rights Reserved
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