AGATHA. "La Alpha suprema"

La niñez de un infante debería ser cálida, y llena de amor. Y no de un tormento que le seguiría toda su vida. Pero para desgracia de la pequeña Agatha, su niñez no sería cálida. Su pecho subía y bajaba rápidamente, su corazón retumbaba histéricamente en sus oídos, y con muchos sentimientos alojándose y oprimiendo su pequeño corazón.

Su vestido blanco se encontraba todo manchado, de barro, hierba y sangre. Sangre que no le pertenecía. Le pertenecía a un hombre que le había visto crecer, le había dado su conocimiento y le había dado su amor, el amor de un padre a una hija. De las garras que reemplazaban sus uñas, caía delicadamente las gotas de sangre que todavía escurrían de ellas.

Habían salido al patio a jugar, pero en un momento de ira, la niña le había atravesado el pecho con sus garras. Al no saber que hacer, le hizo caso a su lado temeroso y corrió adentrándose al bosque, donde nadie más la reconocería, donde nadie sabría que había hecho y, sobre todo, abandonando a su padre.

Es ahí donde ella comienza una nueva vida sola, pero el destino le tenía una jugada que tendrá que aprender a sobre llevar y sobrevivir, pero, sobre todo, procurando confiar en pocas personas ya que alguien, podría arrebatarle su poder.