Frio, era como podía describir el pueblo donde yo vivía, aunque el clima no era uno de los mejores, era agradable, bueno al menos para mí. La rutina era la misma: casa, colegio; colegio, casa. Mi vida era simple, sin ninguna complicación, era una estancia tranquila y jamás pensé que eso podría cambiar, y no pasó mucho tiempo para que esa tranquilidad acabara y todo lo que consideraba mi mundo cambiara. Después de todo...quien se imagina que un pueblo como ese pueda albergar tantos misterios?