- ¿Y si quiero que desaparezcas de mi vida? Do Hwan agachó la cabeza y con una media sonrisa me miró fijamente. - ¿Y si ya no puedo hacerlo? ¿Sabes cuanto duele mi corazón por tu culpa? Se lamió los labios y se acercó a mi - ¿Tienes en cuenta del monstruo que soy? Tú has sido la única que me ha tratado como si fuera su salvador, aunque haya convertido tu mundo en una pesadilla, estás aquí.