Paralítica de cintura para abajo y sin recuerdos en mi mente desperté un día en una habitación de hospital sin saber por qué. Rodeada de extraños a los que se supone que conozco. Extraños que son las personas más cercanas a mi, al parecer. Esos extraños deben revelarme mi misteriosa vida de la que no recuerdo nada, ni siquiera mi nombre, ni mi edad. ¿Debería confiar en que me dirán la verdad sobre mi vida o desconfiar, ya que cualquier puede jugar con la vida de una chica con amnesia permanente, y enseñarme una vida de mentira? Me fío más del doctor que se ocupa de mi caso que de la mujer a la que debo llamar mamá, pero él no sabe de mi supuesta vida asique no me queda otra que confiar ¿no?