-No puedo seguir sufriendo por ti, Judith... Te quiero, y el día que te vayas me harás sufrir, por eso debo irme ahora. -dijo soltando mis manos. -Yo sufro cada día, porque te quiero de una forma diferente. Estoy enamorada de ti, Billie. -retrocedió un paso, mirándome sorprendida. -Y si te vas ahora, romperás lo poquito que queda de mi, como si dispararas una bala en mi pecho. Quédate. -dije volviendo a coger sus manos. Historia totalmente mía, derechos reservados.