Marin es normal, tiene una madre normal, no tiene amigos, lo normal, y tiene un sueño normal desde pequeño.
Pero lo que lo hace diferente, son sus ojos, que están quemados gracias a un incendio, lo que hace, de alguna manera, alguien diferente junto con su madre, quién también por el accidente (ella sí perdió la vista), sufre todos los días por su hijo y ya casi no tiene sentimientos, mas que para su hijo. Marin no tiene amigos porque para todos es raro, lo normal. Y en cuanto a su sueños, eso puede ser lo único que lo encadena hacia tener un amigo, a ser feliz, a encadenarlo a lo normal.
Tranquilo, la historia no es tan triste como suena aquí, pero recuerda que no todo es felicidad.
El chico de azúcar es una historia normal, tal vez con motivo de enseñanza, pero no de existencia. Pero tal vez te guste.
Esta historia es family friendly :)