-Déjame ir -Rogué llorando. -Preciosa, eso no, pero tranquila aquí tendrás una vida de reina. -No -Le grité. -Yo solo quiero volver a mi casa y estar lejos de ti. -Eso ya lo veremos -Salió de la habitación dejándome allí pensando en que momento había estado destinada a estar junto a él. Dicen que nadie puede cambiar el pasado pero si puede mejorar el futuro tomando las decisiones adecuadas en su presente y eso es cierto. Pero si de pronto tú destino ya está dicho y a ti no te gusta ¿Qué se hace? ¿Tomar decisiones alternas en tu presente para alterar ese futuro? Bienvenida/o a esta historia en dónde conocerás que nadie puede controlar la fuerza del destino ya que por más que trates de escapar de eso, siempre llegarás sea cuál sea el camino que tomes.