Es la década de 1930, el tiempo en que los manicomios son un lugar popular para los miembros de la sociedad que no cumplen exactamente con los estándares de Inglaterra. Harry Styles no está loco. Él no debería estar aquí, pero después de escuchar algo que no debía, sus padres lo arrojaron al High Royds Asylum, para encerrarlo por siempre. Harry tiene que salir y hacerlo rápido o, de lo contrario, podría convertirse en un experimento más.
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