Eugene se muda de Beijing a Italia, como estudiante de intercambio, pero principalmente para trabajar con Dennis, el esposo de Evadine, su madre, a la que no ha visto desde los nueve años. Eugene desearía no irse, pero es la única oportunidad que tiene para ayudar a su padre, un hombre martirizado por las deudas y la dependencia a las pastillas. Los abusos constantes de Dennis y el desinterés de su madre lo incapacitan y reducen a la mera existencia. Desde su llegada la única meta que persigue es salvar a su padre de sus conflictos. Entonces conoce a Pearce, un sobrino lejano de Dennis, que llega en busca de hospedaje. Los secretos, desde entonces, se irán descascarando, uno por uno.